Ron: Tradición, Calidad y los 10 que debes probar en tu vida

El ron es más que una bebida: es cultura, tradición y carácter. Conoce su historia, aprende a elegirlo y descubre los 10 rones premium de Latinoamérica que no pueden faltar en tu copa.

Ron: Tradición, Calidad y los 10 que debes probar en tu vida
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Mi relación con el ron no es reciente ni casual. Crecí en tierras donde se cultiva uno de los mejores rones de Venezuela. Mi infancia transcurrió en una cocina familiar ubicada dentro de la Hacienda Santa Teresa, una de las productoras de ron más icónicas del país. Mi madre nació en la Hacienda La Guadalupe, que curiosamente quedaba dentro de la propia Santa Teresa. Situación que nunca he terminado de entender del todo por qué mi familia vivía dentro de esa hacienda, pero lo cierto es que esas tierras, sus cañaverales y su aroma a melaza fueron parte de mi vida desde siempre.

Más adelante, el ron me volvió a encontrar desde lo profesional: trabajé en Ron Santa Teresa, analicé la industria en mi etapa en Nielsen, y hasta dediqué mi tesis de posgrado a este sector. Por eso, para mí, hablar de ron no es hablar solo de una bebida: es hablar de identidad, tradición y orgullo.

a dark room with lots of wine barrels
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El ron nació en el Caribe del siglo XVII, en un contexto marcado por el cultivo intensivo de caña de azúcar y el comercio colonial. Los esclavos en las plantaciones descubrieron que la melaza, residuo del proceso azucarero, podía fermentar y destilarse, dando lugar a un licor fuerte y aromático.
Pronto, el ron se convirtió en moneda de cambio, bebida de marineros y producto codiciado en Europa. Su historia está ligada a la del azúcar, los barcos y las rutas comerciales del Atlántico.

Desde entonces, su producción se extendió a toda América Latina, adoptando matices propios en cada región. El ron cubano, ligero y suave; el jamaicano, intenso y afrutado; el dominicano, redondo y equilibrado; y el venezolano, profundo y aterciopelado.


El Ron en Venezuela

Venezuela ocupa un lugar privilegiado en el mapa del ron por una razón clave: su normativa. Según la legislación venezolana, para que un destilado pueda llamarse “ron” debe envejecer al menos 2 años en barrica (antes eran 3 años). Esto, comparado con otros países del Caribe y Latinoamérica —donde no existe un mínimo o es inferior—, aporta una profundidad sensorial y una suavidad natural que distingue al ron venezolano.

Esa maduración obligatoria significa que incluso un ron estándar de Venezuela tiene una complejidad mayor que muchos rones básicos producidos en otras regiones. Por eso, durante años, los rones venezolanos gozaron de gran prestigio internacional. Sin embargo, en los últimos tiempos he notado que algunos rones venezolanos vendidos fuera del país, sobre todo en su gama de entrada, no tienen la misma calidad que antaño. Tal vez se deba a cambios en la materia prima, ajustes de producción para exportación o estrategias de costo.

Volumen vs. Calidad

En el mundo del ron conviven dos realidades que rara vez se mezclan: la de las marcas masivas, que dominan los volúmenes de producción y distribución global, y la de los productores de origen controlado, que priorizan calidad, añejamiento y tradición. Las primeras están presentes en casi cualquier barra o supermercado del planeta; las segundas, aunque menos visibles, guardan la esencia del ron más auténtico. Entender esta dualidad es clave para el consumidor: una botella puede ser perfecta para un mojito en la playa, pero no necesariamente para degustarla sola en una copa de balón. Y al revés, un ron de alta gama puede ser un desperdicio si termina diluido en un cóctel.

CategoríaEnfoque principalEjemplos destacadosVentajasLimitaciones
Marcas de alto volumenProducción masiva, disponibilidad global, precios competitivosBacardí (Puerto Rico/Bahamas), Captain Morgan (Jamaica/UK), Havana Club (Cuba), Brugal (R. Dominicana), Barceló (R. Dominicana)Fácil de encontrar, consistencia en sabor, precio accesibleMenor complejidad sensorial, añejamiento más corto o blends estándar
Productores de calidad certificadaProducción limitada, control de origen, añejamiento prolongadoSanta Teresa 1796 (Venezuela), Carúpano Legendario (Venezuela), Ron Zacapa XO (Guatemala), Ron Abuelo Centuria (Panamá), Appleton Estate 21 (Jamaica)Mayor riqueza aromática, métodos artesanales, valor de origenDisponibilidad limitada, precios más altos

Mientras las marcas globales manejan escalas de producción gigantes y llegan a todos los mercados, los productores de origen controlado ofrecen series limitadas, añejamiento real y un vínculo más estrecho con su terroir.

liquor pouring on clear shot glass
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¿Qué es un Ron?

  • Legalmente: debe destilarse de jugo de caña o melaza, tener una graduación mínima de 37,5% (en la UE) o 40% (en la mayoría de países de América) y cumplir con los tiempos de maduración según la regulación local.
  • Sensorialmente: un buen ron se reconoce por su color natural, aromas complejos (vainilla, madera, frutas secas), entrada suave en boca y persistencia en el retrogusto.

Guía práctica para elegir un buen ron

Elegir un buen ron no es simplemente tomar la botella más cara de la estantería. La clave está en saber leer la historia que cuenta cada etiqueta y en reconocer si ese producto fue pensado para brillar en un cóctel o para disfrutarse solo, en una copa. Un consumidor informado entiende que términos como “Reserva”“Gran Añejo” o “Premium” no siempre garantizan calidad; lo que sí lo hace es un añejamiento real, certificado y declarado con transparencia. El origen también importa: un ron con denominación de origen o producido bajo una regulación estricta tendrá más garantías de cumplir con los estándares que definen su estilo.

Por eso, lo primero es tener claro el uso que le vas a dar. Un ron joven, con un perfil fresco y directo, puede ser perfecto para preparar un mojito o un cuba libre sin remordimiento. En cambio, un ron añejo o extra añejo, con complejidad aromática y un paso suave por boca, merece la atención de una degustación pausada. No te dejes guiar por el color: la industria puede oscurecer un ron joven con caramelo para que luzca como uno viejo. Y si tienes la oportunidad, pruébalo antes: las notas que detectes en nariz y boca te dirán mucho más que cualquier campaña publicitaria.

PasoQué hacerDetalles y tips
1. Decide según el usoDefine si lo usarás en coctelería o degustación- Coctelería → rones jóvenes (2–5 años) o blends suaves.
- Degustación → rones añejos (8+ años) o extra añejos, más complejos y suaves.
2. Lee la etiquetaBusca datos claros de añejamiento y origen- Años de añejamiento reales, no solo “Reserva” o “Gran Añejo”.
- País y región de origen.
- Método de añejamiento (Solera, Single Barrel, Blend).
- Graduación alcohólica.
3. Fija tus criteriosIdentifica señales de calidad y descarta lo dudoso- ✅ Añejamiento mínimo claro, certificaciones, transparencia.
- 🚫 Origen ambiguo, términos vagos sin respaldo técnico.
4. Analiza el colorÚsalo como pista, no como prueba definitiva- Puede indicar tipo de barrica o tiempo en madera.
- Un color muy intenso en un ron barato suele ser por caramelo añadido.
5. Evalúa sabor y aromaPrueba antes si es posible- Nariz: vainilla, madera, cacao, frutas secas, especias.
- Boca: equilibrio dulce–alcohólico, sin quemar en exceso.
- Final: persistencia media o larga indica buen añejamiento.

Los 10 rones latinoamericanos que debes probar alguna vez

No puedo negarlo: sí, estoy parcializado con los rones de Venezuela. ¿Cómo no estarlo si crecí entre cañaverales, barricas y el aroma dulce de la melaza fermentando? Para mí, el ron no es solo una bebida: es parte de mi historia personal, de mi identidad y de mis recuerdos. Sin embargo, sería injusto decir que solo en mi país se hacen grandes rones. He tenido la oportunidad —y el privilegio— de probar destilados extraordinarios de otras tierras latinoamericanas que, honestamente, merecen un lugar en cualquier bar que se respete.

Para esta selección no me limité a hacer una lista de marcas populares. El criterio fue más exigente:

  1. Calidad sensorial, valorando aroma, sabor, textura y persistencia.
  2. Reconocimiento y prestigio en el mundo del ron.
  3. Valor como experiencia, es decir, rones que no solo se beben, sino que se recuerdan.

Algunos de ellos son perfectos para beber solos, a temperatura ambiente, dejando que cada sorbo cuente su historia. Otros se prestan para ser el alma de un buen cóctel premium, esos que elevan la coctelería a una experiencia gastronómica. Y sí, aunque la balanza se incline hacia mi tierra natal, en esta lista hay verdaderas joyas que nacen en otras islas y tierras latinoamericanas.


Los imprescindibles

RonOrigenPor qué está en la lista
Santa Teresa 1796VenezuelaElegante, aterciopelado y elaborado con método Solera. Demuestra que un ron venezolano puede estar a la altura de grandes whiskies y coñacs.
Carúpano Legendario VenezuelaProfundo y complejo; ideal para beber solo y con calma, como se disfrutan las verdaderas joyas líquidas.
Pampero AniversarioVenezuelaSuavidad con carácter. Funciona igual de bien solo o acompañado de chocolate oscuro en maridajes.
Cacique LeyendaVenezuelaRedondo y persistente, con un toque dulce que conquista incluso a quienes no suelen beber ron.
Legendario Elixir de CubaCubaDulce, sedoso y con notas de pasas y vainilla. Un ron amable pero con identidad.
Ron Barceló Imperial Premium BlendR. DominicanaEquilibrio y suavidad. Tan versátil que brilla tanto en coctelería premium como en degustación pura.
Brugal 1888R. DominicanaAñejo doblemente envejecido en barricas de bourbon y jerez. Tradición y modernidad en una sola botella.
Ron Zacapa XOGuatemalaNotas de cacao, caramelo y frutas secas. Su añejamiento en altitud le aporta una elegancia especial.
Ron Abuelo CenturiaPanamáComplejo, refinado y con una media de 30 años de añejamiento en blend. Un ron para momentos especiales.
Appleton Estate 21JamaicaPotente y aromático, con un perfil tropical intenso que te transporta directo al Caribe profundo.

Esta lista no es solo para entusiastas del ron que buscan ampliar su paladar; también es una radiografía del mercado premium latinoamericano, un sector que en los últimos diez años ha crecido de forma sostenida y que mueve cifras considerables en la economía de bebidas espirituosas de la región. Según datos de la IWSR Drinks Market Analysis, el mercado de ron premium y superior en América Latina creció un 23% en valor entre 2017 y 2022, impulsado por la premiumización y el interés de los consumidores por productos con identidad y trazabilidad.

  • Venezuela destaca por su regulación estricta de añejamiento —mínimo dos años en barrica para poder llamarse ron—, lo que asegura una calidad mínima alta incluso en gamas de entrada. Esta exigencia es uno de los diferenciales que le han permitido posicionar rones como Santa Teresa, Pampero y Carúpano en rankings internacionales. Además, según el Consejo Regulador del Ron de Venezuela, el país exporta alrededor de 8 millones de litros anuales, con un ticket promedio superior al de otras naciones caribeñas gracias a su reputación de calidad.
  • República Dominicana y Cuba han sabido proyectar sus marcas globalmente, manteniendo un equilibrio entre volumen y calidad. Brugal y Barceló en R.D., y Havana Club en Cuba, están presentes en más de 70 países y figuran de forma constante en el Top 10 de marcas de ron por volumen de The Spirits Business. Su fortaleza radica en su capacidad de combinar grandes volúmenes de producción con líneas premium que sostienen la imagen de marca.
  • Guatemala y Panamá han apostado por nichos de alta gama con propuestas muy refinadas. Zacapa (Guatemala) y Abuelo (Panamá) han logrado colocarse como referentes de ron de lujo en mercados como EE.UU., España y Japón. Según datos de la IWSR, el segmento super-premium y ultra-premium representa ya más del 40% de las ventas totales de estas marcas, a pesar de que en volumen no superan a las gigantes caribeñas.
  • Jamaica conserva un estilo único y diferenciado, con rones potentes y llenos de carácter que han conquistado a bartenders y consumidores de coctelería tropical en todo el mundo. Marcas como Appleton Estate y Hampden Estate aprovechan el auge del rum revival en coctelería internacional para reforzar su presencia. Según el Jamaica Rum Festival, las exportaciones de ron jamaiquino crecieron un 18% en valor en los últimos cinco años, impulsadas por la demanda de rones “high ester” en coctelería especializada.

Si trabajas en marketing o distribución de bebidas, entender cómo se posiciona cada uno de estos rones es clave para crear estrategias efectivas. No es solo vender un destilado; es vender una historia, un territorio y una experiencia. El consumidor premium actual no compra únicamente por sabor: compra por identidad, autenticidad y pertenencia. Y en ese juego, conocer las reglas y el posicionamiento de cada país productor puede marcar la diferencia entre ser una marca más en la estantería o convertirse en un referente de culto.

Para mí, el ron no es solo un producto que consumo o que analizo desde la industria: es un recuerdo vivo. Es la tierra que me vio crecer, la hacienda donde mi familia vivió, el aroma de las barricas que acompañó mis días de trabajo y estudio.
El ron es parte de la memoria líquida de América Latina, y cada copa cuenta una historia de caña, tiempo y manos expertas. Cuando lo bebas, hazlo con conciencia: honra su origen, aprecia su maduración y deja que su carácter te recuerde que esta es una bebida que lleva siglos conectándonos con nuestra tierra.

¿Cuál es el preferido tuyo?