Poker: una nueva cara para la misma amistad
DDB Colombia y Cerveza Poker rediseñan la marca más querida del país sin romper su corazón popular. Un ejercicio de memoria, diseño y verdad emocional.
En un país como Colombia donde la cerveza es casi un idioma social, Poker no necesita presentación allá: está en las esquinas, los asados, los reencuentros y las victorias de barrio. Pero después de casi un siglo en el mercado, la marca decidió que era momento de mirarse al espejo y refrescar su historia.
De la mano de DDB Colombia, Poker presenta su nueva imagen bajo el lema “Amigos de verdad, cerveza de verdad”. Una frase sencilla, pero poderosa, que condensa lo que la marca ha representado desde 1929: autenticidad, cercanía y una visión de amistad que se mide en tiempo, no en seguidores.
El desafío, según cuenta la agencia, no era romper con el pasado, sino renovarlo sin perder su alma. Por eso, cada decisión —del color a la tipografía— fue pensada para conservar esa identidad popular, pero con un lenguaje visual contemporáneo.
El nuevo diseño honra los símbolos clásicos de Poker —las cartas, las pintas y el escudo— reinterpretándolos con una estética geométrica y moderna. Los tonos vinotinto, rojo, amarillo y dorado se mantienen, pero ahora aparecen equilibrados, más sobrios, más sofisticados.
“El año 1929 cobra protagonismo”, señalan desde la marca. No es casual: recordar la fecha de origen refuerza la idea de legado, de continuidad emocional. En un mercado donde la innovación a veces borra la historia, Poker apuesta por hacer del pasado un valor competitivo.
El nuevo sello “hecha con ingredientes naturales” también se destaca como parte del relato visual. No es un simple reclamo técnico: es una forma de recordarle al consumidor que detrás del logotipo sigue habiendo un líquido real, con historia y con cuidado.

El rebranding no se limitó al packaging. La marca extendió su nueva imagen al territorio de la moda con una colaboración junto a Koaj, que incluye una colección cápsula de 12 prendas y 20 mil unidades.
Esta alianza no es un simple ejercicio de “merchandising”: es una declaración de intención. En tiempos donde las marcas buscan desesperadamente conectar con nuevas generaciones, Poker lo hace desde su territorio más genuino: la amistad. Cerveza y ropa se unen para vestir una misma emoción colectiva.
Además, el primer vistazo público a la nueva imagen se dio en Salsa al Parque, ante más de 88 mil asistentes en Bogotá. Un escenario perfecto para una marca que siempre se ha sentido más cómoda en la calle que en los pasillos corporativos.

Detrás del rediseño hay más que intuición. El proyecto, liderado por John Raúl Forero, CCO de DDB Colombia, tomó más de un año y contó con la colaboración de AB InBev, Nielsen, Ipsos y Draftline. Cada detalle fue testeado desde la perspectiva del consumidor: qué evocaba la marca, cómo se percibía la renovación, y si seguía “sintiendo a Poker”.
“Poker es una de las marcas más queridas del país”, dijo Forero. “El objetivo fue reflejar fielmente lo que la hace especial, pero con una mirada hacia el futuro”.
Y esa mirada no es solo estética: es estratégica. El nuevo posicionamiento equilibra la nostalgia con la modernidad, la herencia con la frescura, y el orgullo local con una ambición regional.
En un mercado saturado de artificio, la autenticidad se ha vuelto un lujo. Poker, en cambio, nunca ha necesitado fingir: su narrativa se construyó desde la sinceridad. Su público no busca glamour ni sofisticación importada; busca honestidad.
“En Poker creemos que la verdadera amistad, como una buena cerveza, se construye con tiempo, cuidado y equilibrio”, resume Álvaro de Luna, vicepresidente de marketing de Bavaria.
Ese equilibrio —entre lo clásico y lo actual, lo masivo y lo emocional— es lo que hace que este rebranding se sienta tan natural. No se trata de una marca que cambia para agradar, sino de una marca que evoluciona para seguir siendo creíble.
Hay rebrandings que se sienten como cirugías, y otros que se viven como rituales. El de Poker pertenece al segundo grupo. No busca borrar, sino celebrar. No promete lo que no es, sino que reafirma su identidad con una estética más madura, pero igual de cercana.
En tiempos donde las marcas quieren ser todo para todos, Poker recuerda una verdad simple: no hay nada más contemporáneo que ser fiel a uno mismo.