La sostenibilidad no es solo una meta: es el nuevo lenguaje del empaque.

KIND lanza envoltorios de papel reciclable para sus barras más vendidas, marcando un paso estratégico hacia la sostenibilidad en el empaque alimentario. Un cambio pequeño que podría transformar la industria.

La sostenibilidad no es solo una meta: es el nuevo lenguaje del empaque.

Durante años, KIND Snacks nos enseñó que un snack podía ser saludable y sabroso. Que podíamos comer nueces con chocolate oscuro y sentirnos bien al respecto. Ahora, la marca da un paso más: esta vez, no en la receta, sino en el envoltorio.

A partir de mayo, KIND lanzará una edición limitada de sus barras Dark Chocolate Nuts & Sea Salt con envoltorios de papel reciclable en tiendas seleccionadas de Whole Foods en EE.UU. (Noreste, California del Sur y Texas). Una prueba piloto que estará disponible hasta octubre y que podría cambiar más que el material de un empaque.


¿Por qué importa este cambio?

Porque lo que está en juego no es solo una envoltura, sino una pregunta clave para toda la industria alimentaria:
¿es posible escalar el empaque sostenible sin perder rentabilidad ni atractivo comercial?

Según el estudio Global Eco Pulse citado por KIND, el 70% de los consumidores esperan que las marcas se hagan responsables de la disposición de sus empaques. No es solo conciencia ambiental: es una exigencia de mercado. Y KIND lo entiende.


El dilema del plástico reciclable… que no se recicla

En 2023, KIND hizo una transición a plásticos mono-materiales pensando en la reciclabilidad. Sin embargo, se enfrentó con una barrera estructural: la infraestructura de reciclaje en EE.UU. no está preparada para procesar eficientemente ese tipo de plástico.

Por eso el nuevo paso tiene sentido: apostar por el papel reciclable, una infraestructura que sí existe y funciona.No es perfecto, pero es un avance concreto, escalable y con respaldo técnico.

Lo que ves (o no ves) también comunica

Uno de los sellos visuales de KIND era su envoltorio transparente. Ver las almendras, las semillas, el chocolate. Esa transparencia era parte del mensaje: lo que ves es lo que comes.

Con el papel, eso cambia. El nuevo empaque oculta el contenido, pero incorpora una imagen visual del producto. ¿Pierde autenticidad? Tal vez. ¿Gana en sostenibilidad? Sin duda. La marca está apostando por una evolución del discurso visual hacia un valor más profundo: el impacto ambiental.


KIND no está solo. Otras marcas están siguiendo caminos similares:

  • Chobani: ha comenzado a usar vasos de yogur con base de papel.
  • Kraft Heinz: eliminó la bolsa plástica en productos Shake ’N Bake.
  • Molson Coors: reemplazó los aros plásticos de six-pack con cartón.

Estas no son decisiones aisladas. Son síntomas de un cambio sistémico: el empaque ya no es solo diseño o protección. Es estrategia de marca, ética empresarial y diferenciación competitiva.


Lo interesante es que KIND no está apostando solo por la estética o el marketing verde. Está construyendo un enfoque científico, escalable, probado en piloto, con métricas reales. Y eso marca la diferencia.

El empaque sostenible no puede ser un gesto aislado. Debe ser parte de un sistema que incluya diseño circular, reciclabilidad real, reducción de huella de carbono y comunicación honesta.


Cambiar un envoltorio puede parecer un pequeño paso. Pero en un mundo donde cada decisión de compra comunica algo, cambiar el material de un empaque puede ser tan potente como cambiar el mensaje de una campaña.

KIND lo sabe. Y con esta prueba piloto, no solo está viendo si el papel funciona… está viendo si el mercado está listo para algo más que snacks: para un nuevo estándar.