De Identidad Venezolana a Potencia Global

"Descubre cómo Harina P.A.N. pasó de ser un ícono venezolano a una marca global con presencia en más de 90 países. Historia, cifras, estrategias y claves para emprendedores que quieren internacionalizar productos latinos.

De Identidad Venezolana a Potencia Global

Pocos productos logran lo que Harina P.A.N. ha conseguido: convertirse en sinónimo de una nación, un símbolo cotidiano que une a millones dentro y fuera de su territorio. Nacida en Venezuela en 1960 bajo la visión industrial de Empresas Polar, Harina P.A.N. no solo revolucionó la forma de preparar la arepa —plato emblema de la cocina venezolana—, sino que transformó la relación entre tradición y modernidad en la mesa latinoamericana.

La historia de Harina P.A.N. comienza con una solución práctica: la harina de maíz precocida. En un país donde el consumo de maíz era ancestral pero su procesamiento requería horas de trabajo, este producto no solo representó una innovación técnica, sino un acto de democratización gastronómica. Su éxito fue inmediato: para finales de la década del 60 ya era parte del imaginario colectivo, y durante las siguientes décadas se consolidó como el producto alimenticio más importante de Venezuela.

Penetración nacional y dominio del mercado

Harina P.A.N. fue protagonista en una Venezuela en expansión, que vivía su auge petrolero y veía emerger una nueva clase media urbana. El paquete blanco con letras negras y el rostro femenino con pañoleta roja se convirtió en un emblema reconocible en todos los rincones del país. Según datos de Nielsen de principios de los 2000, Harina P.A.N. ostentaba una participación de mercado superior al 90% en su categoría. En términos de consumo, se estimaba que cada hogar venezolano compraba en promedio entre 2 y 3 paquetes por semana, lo que reflejaba su rol esencial en la canasta básica.

El salto global: una marca que emigró con su gente

El verdadero giro estratégico llegó con la diáspora. La crisis sociopolítica que vivió Venezuela en las últimas dos décadas obligó a más de siete millones de personas a emigrar. Con ellas, también emigró su cultura gastronómica. Empresas Polar entendió rápidamente que su producto ya no solo tenía valor en origen, sino que podía ser un puente emocional con la identidad venezolana en el mundo. Y lo logró. En apenas una década, Harina P.A.N. pasó de ser una marca local a una multinacional con presencia en más de 90 países, incluyendo Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido, Colombia, Chile, Perú, Ecuador y República Dominicana.

País/RegiónParticipación en ventas globales (%)
Ecuador15
Perú13
Chile12
EE.UU.10
España8
Resto del mundo12

Cifras de crecimiento sostenido

Según cifras reportadas por Bloomberg Línea, solo en Ecuador, Perú y Chile, las ventas combinadas representan actualmente el 40% del total global de la marca. Este crecimiento se explica, en parte, por la fortaleza de las comunidades venezolanas en esos países, pero también por el trabajo de Empresas Polar para consolidar operaciones industriales y comerciales fuera de Venezuela. En Estados Unidos, por ejemplo, la empresa abrió una planta en Texas que permite producir localmente y distribuir con eficiencia a través de cadenas como Walmart, Publix y Amazon. En Europa, la planta ubicada en España abastece a gran parte del continente.

AñoVentas internacionales (millones USD)
2021110
2022138
2023165
2024185

Marketing emocional y comunidad gastronómica

La marca ha sabido conectar emocionalmente con sus consumidores a través de un lenguaje que mezcla nostalgia, orgullo y emprendimiento. Las campañas recientes en España y EE.UU. no se enfocan solo en el producto, sino en historias de venezolanos que han abierto restaurantes, food trucks o panaderías usando Harina P.A.N. como base. Esta narrativa ha resultado tan efectiva que hoy más del 60% de los emprendedores gastronómicos venezolanos en el exterior consideran a Harina P.A.N. como un aliado estratégico, según un estudio cualitativo de GlobalMind y Nielsen LatAm.

Diversificación de productos y canales

Aunque la harina de maíz blanca sigue siendo el corazón del negocio, la marca ha expandido su portafolio para incluir harinas integrales, mezclas con avena y arroz, presentaciones libres de gluten y ediciones enriquecidas con chía, quinoa o ajonjolí. Esto responde a una tendencia global hacia alimentos más funcionales y saludables. Asimismo, ha desarrollado canales digitales como AllofPan.com, donde ofrece no solo productos sino también recetas, programas formativos y un ecosistema de marca que apunta al lifestyle.

En cuanto a canales de distribución, el canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías) se ha convertido en una pieza estratégica. En ciudades como Madrid, Lima o Miami, los principales distribuidores del segmento ya incluyen a Harina P.A.N. en sus catálogos. Nielsen estima que el canal institucional ya representa el 22% de las ventas internacionales de la marca, y con proyecciones de crecimiento sostenido.

CanalParticipación estimada (%)
Retail tradicional65
HORECA22
E-commerce13

Formación, impacto y visión futura

Empresas Polar ha sido estratégica también en cuanto a formación e incubación. Con el programa “P.A.N. Food Business Journey” ha capacitado a más de 8.000 emprendedores de 15 países en los últimos tres años, ofreciendo desde recetas y estandarización de procesos hasta tips de gestión y rentabilidad. Esta iniciativa ha sido clave no solo para fidelizar consumidores, sino para consolidar una comunidad profesional alrededor del producto.

El futuro de Harina P.A.N. parece prometedor. En sus planes está la consolidación en Asia, donde ya se han hecho pruebas piloto en Filipinas, Japón y Corea del Sur. También se trabaja en alianzas con marcas de cocina rápida latina en Estados Unidos y México, con el objetivo de posicionar las arepas como el próximo "boom" gastronómico internacional. Internamente, la compañía sigue invirtiendo en innovación de empaques, productos listos para cocinar y formatos on-the-go, en línea con los cambios de hábitos del consumidor postpandemia.

Lecciones clave para emprendedores venezolanos que buscan internacionalizarse

  1. Conectar desde la emoción: Harina P.A.N. no exportó solo un producto, exportó una cultura. Las marcas que evocan identidad, memoria y comunidad tienen un mayor poder de penetración en mercados nuevos.
  2. Adaptarse sin perder esencia: La expansión de Harina P.A.N. incluyó innovaciones como nuevas harinas, mezclas funcionales y formatos listos para cocinar, sin abandonar su producto insignia. La clave está en adaptar sin desvirtuar.
  3. Aprovechar la diáspora como canal natural: La comunidad venezolana en el exterior actuó como red orgánica de embajadores. Entender cómo activar esas redes puede ser decisivo para cualquier marca de origen.
  4. Invertir en formación y comunidad: Programas como "Food Business Journey" demuestran que una marca no solo vende, también educa y crea ecosistemas. Apoyar a quienes usan el producto es multiplicar su alcance.
  5. Diversificar los canales estratégicamente: Desde supermercados hasta e-commerce y HORECA, la marca ocupó todos los espacios posibles. Para escalar, es esencial entender dónde están los consumidores y cómo prefieren comprar.
  6. Pensar global con base local: Tener plantas de producción en países destino —como lo hizo Empresas Polar en EE.UU. y España— reduce costos logísticos, facilita alianzas comerciales y permite responder más rápido a la demanda local.

Harina P.A.N. no es solo un producto. Es una marca con alma, que ha sabido evolucionar con su gente. Lo que comenzó como una innovación industrial se ha transformado en una herramienta de conexión cultural, una oportunidad de negocio global y un caso de estudio para quienes quieran entender cómo se construye una marca país desde la cocina hacia el mundo.

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