Cuando la Lengua Canta, pero la Marca No
Coffee Mate y el riesgo de confundir al consumidor

En el Super Bowl 2025, donde las marcas compiten no solo por captar atención sino por dejar huella, Coffee Mate debutó con su primer anuncio en este escenario. Y sí, nos hizo voltear la mirada, pero quizás por las razones equivocadas.
La premisa era peculiar: tras beber un café con espuma fría, la lengua de un personaje se transforma en estrella de rock. Baila, canta, forma un corazón y regresa a la boca con un final triunfal. Un acto de creatividad visual… que dejó más cejas levantadas que risas.
¿Qué pasó aquí? ¿Por qué no conectó?
El Super Bowl es el lugar ideal para lanzar mensajes que sean claros, memorables y emocionalmente efectivos. Coffee Mate optó por el surrealismo visual, pero el resultado fue confuso. Algunos puntos clave para analizar:
- La idea central (una lengua rockstar) era impactante, pero no estaba alineada emocional ni simbólicamente con lo que Coffee Mate representa: calidez, rutina, hogar, café compartido.
- No hubo conexión clara con el producto. ¿Qué se está vendiendo? ¿Espuma fría? ¿Diversión matutina? ¿Transformación? El mensaje se diluyó entre efectos.
- En una categoría que suele apelar al confort, la nostalgia y los pequeños placeres cotidianos, esta ejecución se sintió forzada y desconectada del tono de marca.
¿Por qué esto importa en términos de branding?
Una campaña publicitaria no solo busca captar atención. Busca construir marca. Y para eso necesita coherencia: entre el producto, el mensaje, el tono y la audiencia.
Coffee Mate ha sido históricamente una marca asociada a lo acogedor, lo casero, lo familiar. Apostar por una narrativa disruptiva no es malo —de hecho, puede ser muy positivo— pero debe construir sobre el ADN de la marca, no contradecirlo.
Lecciones para cualquier marca que quiera jugar en la gran liga:
- Disruptivo no es igual a aleatorio: El humor o el surrealismo deben servir a una narrativa coherente, no sustituirla.
- La atención sin intención es ruido: Si después del anuncio el espectador recuerda la lengua, pero no el producto… hay un problema.
- La narrativa debe reflejar el valor emocional de la marca: ¿Qué siente el consumidor cuando piensa en ti? ¿Qué siente después de ver tu anuncio?
Coffee Mate logró que habláramos de ellos. Pero, ¿eso se traduce en cariño, conexión, recordación de producto?
A veces, un café tibio en una taza honesta dice más que una lengua que canta rock.