¿Cómo Consumen los Estadounidenses en 2025?
La economía aprieta, pero el carrito de compras sigue rodando. Esa es la paradoja que expone el informe más reciente de la Food Industry Association (FMI), en colaboración con The Hartman Group. En su estudio US Grocery Shopper Trends 2025, no solo se analiza qué compran los estadounidenses, sino cómo y por qué lo hacen, en un escenario donde la inflación, los aranceles y la inseguridad económica ya no son eventos aislados, sino parte del paisaje diario.
Comer bien como resistencia cotidiana
El informe arranca con un dato revelador: el 72/100 en el índice de sentimiento del comprador, lo que significa que, pese a todo, los estadounidenses se sienten —relativamente— bien al hacer mercado. Y más que una rutina, la compra de alimentos se ha convertido en un acto de resistencia personal, donde "comer bien" se redefine constantemente como una prioridad emocional, cultural y práctica.
Ese “comer bien” ya no se mide solo en calorías o etiquetas saludables. Según el estudio, los consumidores priorizan cuatro grandes valores al tomar decisiones de compra:
- Salud: No solo lo que nutre, sino lo que protege y previene.
- Entretenimiento: La comida como experiencia, escape o placer.
- Exploración: La curiosidad por probar, aprender, descubrir.
- Conveniencia: Todo lo que ahorre tiempo o reduzca esfuerzo.
Perfiles de consumidor en 2025
A partir de estos valores, emergen perfiles claros que dominan el escenario actual del consumo alimentario en EE.UU.:
1. El estratega del hogar
Planifica todo. Usa listas, cupones, inventarios y calcula porciones. Busca valor sin sacrificar calidad. Representa a quienes ven en el supermercado una extensión del presupuesto familiar.
2. El saludable pragmático
Está dispuesto a pagar más si el producto ofrece beneficios claros: menos azúcar, más proteína, ingredientes naturales. Valora etiquetas limpias, pero también la facilidad de preparación.
3. El explorador moderado
Compra para descubrir. Busca sabores nuevos, productos de otras culturas o fusiones inesperadas. Pero no se lanza sin control: compara precios, porciones y utilidad real.
4. El sobreviviente adaptativo
Siente la presión del bolsillo y ha bajado su estándar de marca, cantidad o variedad. Ajusta hábitos, busca promociones, considera marcas blancas. Pero sigue intentando "comer bien" dentro de sus posibilidades.
5. El gourmet funcional
Sabe lo que quiere, conoce tendencias, valora la trazabilidad. Compra online, sigue chefs, y aunque es selectivo, es menos sensible al precio. Está creciendo en zonas urbanas y entre generaciones jóvenes.
Estrategias frente a la presión
La inflación sigue siendo protagonista. El 70% está muy preocupado por el alza de precios, y el 78% teme que los aranceles sigan encareciendo ingredientes importados. Sin embargo, el 75% dice sentirse en control de su gasto alimentario, aunque esa cifra era del 85% apenas en septiembre de 2024.
¿Cómo lo logran?
- El 83% hace listas de compra.
- El 79% revisa su despensa antes de salir.
- El 69% planifica menús.
- El 60% busca cupones, apps o descuentos.
No es nuevo, pero sí más riguroso. El consumidor 2025 no improvisa: decide con intención, compara con método y compra con lógica.
¿Y qué pueden hacer las marcas?
Adaptarse. No solo bajando precios, sino conectando con la lógica de cada perfil. El consumidor de hoy exige algo más que un producto: espera propósito, funcionalidad y honestidad.
- Si vendes salud, demuéstrala con claridad.
- Si vendes placer, hazlo accesible y práctico.
- Si vendes novedad, cuenta una historia creíble.
- Si vendes ahorro, sé transparente y digno.
Comprar como espejo de la crisis
Este informe no solo habla de tendencias, habla de humanidad. La forma en que las personas compran refleja cómo enfrentan la vida. Y en 2025, comprar alimentos en Estados Unidos es un acto de equilibrio: entre la preocupación y la esperanza, entre el ahorro y el antojo, entre el miedo y la rutina.
La crisis económica no ha eliminado el deseo de comer bien. Solo lo ha vuelto más consciente. Y esa conciencia es, quizás, la mayor fuerza de cambio que tienen hoy los consumidores en sus manos.