Cuando el queso se vuelve conversación
Algunos ven una lonja de queso. Yo veo diseño emocional, estrategia situacional… y una memoria gustativa que se activa con solo mirar el empaque.

No lo puedo evitar. Como venezolano —nacido en una tierra donde el queso se ralla, se fríe, se derrite y hasta se discute— y como profesional que trabajó en branding para un proyecto del sector, el packaging de queso me sigue fascinando.
Y Valio, esta vez, me hizo detenerme.




¿Qué tiene de especial esta línea?
La empresa finlandesa Valio, una de las grandes ligas lácteas en Europa, lanzó una línea de quesos semiduros orientada no al sabor gourmet, sino a la funcionalidad cotidiana:
- Para snacks.
- Para sandwiches.
DS1 Branding fue el equipo encargado de llevar esto al mercado, y lo hicieron con algo más que un diseño bonito: crearon una narrativa gráfica que entiende lo que necesitas… antes de que abras la nevera.
Color como lenguaje
- El rojo anaranjado vibrante del “For snacking” es cálido, dinámico, apetitoso. Te habla de energía, de movimiento, de algo rápido pero reconfortante.
- El verde del “For sandwiches” remite a lo fresco, al inicio del día, a esa sensación de alimento casero, natural y práctico.
Ambos colores rompen con la monotonía láctea (que suele ir del blanco al crema) y comunican lo más difícil: el momento de consumo.
Una estructura visual simple pero estratégica
- Marca visible arriba, siempre presente pero sin robar protagonismo.
- Mensaje central manuscrito (“For snacking” / “For sandwiches”) que parece escrito a mano, humano, cercano, directo.
- Zona de consumo visual: no es solo una foto del producto; es una invitación: rollitos de queso con vegetales, o sandwiches apilados y apetitosos.
No se vende queso. Se vende una idea clara de utilidad inmediata.
Packaging que responde al comportamiento del consumidor
Hoy no solo buscamos sabor.
Queremos:
✔️ Práctico
✔️ Nutritivo
✔️ Que luzca bien en la cocina
✔️ Que no nos complique la vida
Y el diseño lo entiende:
- Tipografía cálida, amigable.
- Elementos gráficos botánicos para evocar naturalidad.
- Iconografía mínima: “Open / Close” bien marcada, sin saturar.
Valio convierte el diseño en una extensión de su “tone of voice”: positivo, atento, cotidiano.
Una mirada desde mi experiencia en el sector
Cuando trabajé en un proyecto para una marca de quesos en Latinoamérica, entendí algo que Valio aplica con maestría:
la clave no está en cómo vendes el queso… sino en cómo ayudas a resolver una necesidad concreta.
Aquí no se trata de vender “el mejor semiduro del mercado”.
Se trata de decirle al consumidor:
“¿Vas a picar algo? ¿Armarte un sandwich? Aquí estoy.”
Esa segmentación por momento de uso, reforzada por color, nombre y visual, es una joya estratégica.
¿Qué podemos aprender de este diseño si estamos creando marca?
- Segmenta según el uso, no solo según el sabor.
- Convierte el color en una herramienta emocional y funcional.
- Haz que el empaque hable el lenguaje del consumidor real, no del catálogo.
- Incluye “contexto de consumo” visual. La gente quiere verse usando tu producto antes de comprarlo.
- Mantén tu sistema visual consistente. A pesar de los cambios de color y uso, la arquitectura de marca se mantiene firme.
Valio no solo está vendiendo queso. Está generando empatía.
Te dice: “No tienes tiempo, pero tienes buen gusto. Yo te ayudo.”
Y eso —como consumidor, como diseñador, como fanático del queso guayanés y el palmizulia— se agradece.